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Debate

El diseño, resultado del trabajo en equipo

Un desarrollador conceptual, un ingeniero acústico y un director técnico de proyecto se enfrascan en una conversación y nos guían por la fase de creación de un nuevo producto revolucionario. ¿Nos acompaña?

Imagen en blanco y negro de un trabajador ensamblando piezas de un producto en la fábrica en los años 30

La arquitectura como punto de arranque

"Empezamos echando un vistazo a la arquitectura, lo que nos sirve de preparación antes de que los diseñadores entren en escena", explica Kresten Bjørn Krab-Bjerre al describir cómo nace cualquier diseño de Bang & Olufsen. Tenemos ideas generales sobre qué tipo de componentes necesitamos para un producto concreto pero, en el tema de los altavoces, es posible que los expertos en acústica tengan en mente unas características específicas. Con Beolab 50, por ejemplo, se especificaron las ubicaciones de los altavoces antes de que los diseñadores se pusieran manos a la obra. Así que, a veces, un proceso de diseño incluye unas condiciones fijadas". Kresten Bjørn Krab-Bjerre es desarrollador conceptual y miembro del equipo que hace posible la materialización del producto concebido, gestionando todas las expectativas y aportaciones de las diferentes partes interesadas en el proceso. "Como solemos decir aquí, la forma sigue a la función. Y cuando se elige de antemano gran parte del hardware, como sucedió con Beolab 50, se marca el planteamiento y la dirección que va a tomar la forma", afirma Søren Jørgensen.

Søren Jørgensen es director técnico de proyectos y el encargado de todos los aspectos mecánicos de la fase de creación de producto. "Con Beolab 50 nos fijamos un indicador: su rendimiento tenía que superar con creces al del altavoz que iba a sustituir en la cartera, el Beolab 5, y también tenía que suponer un mazazo para los competidores más cercanos. Esto conlleva unas implicaciones en materia de forma y tamaño", comenta Jakob Dyreby. "Necesitábamos cierto espacio para que el aire circulara dentro de la caja y también espacio para que las unidades de altavoz pudieran moverse, así que las primeras opciones del concepto sirvieron de guía a los diseñadores". Jakob Dyreby es ingeniero acústico y responsable del rendimiento acústico de los productos. La colaboración es básica cuando se combina diseño y tecnología. Hemos reunido al desarrollador conceptual, al ingeniero mecánico y al experto en acústica artífices de Beolab 50 para que nos hablen sobre el proceso de diseño colaborativo que caracteriza a Bang & Olufsen. Porque, a diferencia de lo que suele pensarse, los diseños que salen de Struer no son obra de un único autor sino fruto del trabajo y la colaboración de un equipo de expertos de diferentes ámbitos.

Dibujos a tiza de Beolab 50 realizados en una pizarra

Como ya hemos señalado, el proceso de diseño comienza con un estudio de la arquitectura, pero incluso antes de llegar a ese punto hay una fase conceptual en la que se sientan las bases. En opinión de Kresten Bjørn Krab-Bjerre, es como ir de compras. "Algo muy importante al crear un producto es hacer un presupuesto de compras", explica. "Hay estanterías con productos básicos y estanterías con chocolate y otros caprichos. Si se coge la tarrina grande de helado, no se puede comprar mucho chocolate. Hay que ir sopesando las diferentes opciones. Si incluimos una unidad de graves y dos de gamas medias, podemos centrarnos más en el diseño, y si elegimos otro amplificador podemos hacer algo completamente diferente con los materiales. Es este tipo de opciones lo que hace que todo se ponga en marcha". Jakob Dyreby y Søren Jørgensen asienten con la cabeza. Uno de ellos añade que los informes de concepto con los que trabajan son muy sencillos, se podría decir que están en estado embrionario, pero las cosas van surgiendo por el camino. "A medida que un producto coge forma, vas sintiéndote más unido a él, así que es imprescindible mantener controlados los sentimientos y no perder el rumbo", sonríe Kresten Bjørn Krab-Bjerre. "Estamos aquí (en Bang & Olufsen) porque nos apasiona lo que hacemos. Tengo que admitir que, de vez en cuando, nos dejamos llevar por el entusiasmo". Estallan las risas cuando Kresten Bjørn Krab-Bjerre describe el ambiente en la empresa. "Pero siempre ponemos a los usuarios en primer lugar", añade. "Si el conjunto completo puede resultarles atractivo, vamos a por ello”.

"La magia sucede al aunar diseño, acústica y todas las ideas y trabajo invertido en la mecánica, el hardware y el software".

Jacob Dyreby

Ingeniero acústico

Cómo cumplir y superar las expectativas

"Cuando la gente compra un altavoz Bang & Olufsen, hay ciertas expectativas básicas que debemos cumplir", afirma Søren Jørgensen. "Los materiales y la fabricación artesanal tienen que ser excepcionales. Y, si además se consigue un movimiento atractivo, bienvenido sea”. Sonríe cuando Jakob Dyreby apunta: "Desde el punto de vista acústico, tenemos que ofrecer lo mejor, pero eso siempre lo hemos hecho, así que no solemos hablar mucho de ello. Aunque tal vez deberíamos hacerlo", añade pensativo. En realidad, todo se resume en que cualquier producto Bang & Olufsen reúna tres atributos básicos: las propiedades obligatorias, las esperadas y las de posicionamiento. Las propiedades obligatorias son las exigencias legales impuestas por las autoridades, mientras que las esperadas son las que confiamos encontrar en un producto de ese precio, por ejemplo, calidad de sonido, fabricación artesanal de primer orden y servicio de atención al cliente. El último atributo y el más importante es la propiedad de posicionamiento. En el caso de Beolab 50 hablamos del increíble efecto que se consigue cuando aparece la lente acústica y, suavemente, despliega sus alas. "Las propiedades de posicionamiento pueden resultar decisivas. Cuando sucede ese pequeño momento mágico, los clientes sienten que no pueden vivir sin el producto", afirma con seguridad Kresten Bjørn Krab-Bjerre mientras imita el movimiento coreografiado de la lente.

Ilustración de tres ingenieros trabajando en un altavoz Beolab 50

"En el tema de posicionamiento, ¡merece la pena mencionar la calidad de sonido de Beolab 50!" Jakob Dyreby añade: "Hemos alcanzado un nivel muy alto y estamos aprovechando los conocimientos que nos regala nuestro buque insignia, el Beolab 90. Se puede afirmar que hemos cumplido todas las expectativas en materia de potencia, claridad y precisión, y la excelente ubicación de las unidades de altavoz nos han permitido crear un fantástico control de la direccionalidad". El quid de la cuestión es encajar todas las piezas en la caja y dejar que salga el calor y circule el aire, tarea de la que se encarga Søren Jørgensen. "Es como un gran puzzle porque también hay que tener en cuenta factores como el cableado y el montaje, así que cualquier proceso de diseño implica un sinfín de repeticiones y pruebas. Toda acción da lugar a una reacción, por lo tanto, es una cosa de grupo, algo fascinante. Todos los departamentos aportan algo al producto". "Cada decisión también repercute en el sonido", comenta Jakob Dyreby, "lo que significa que, después, los del departamento de acústica tenemos que realizar pruebas. Por suerte, hemos aprendido muchas cosas de Beolab 90 que podemos aprovechar para seguir avanzando. No solamente nos ha ahorrado tiempo sino que ha dado lugar a un producto de un nivel superior”. "Nuestros conocimientos sobre el comportamiento del sonido en una habitación y cómo afecta nos han permitido dar un salto cualitativo con Beolab 90 y Beolab 50. Este saber hacer está llegando a nuestros altavoces flexibles Beosound 1 y Beosound 2, y veremos cómo la tecnología va extendiéndose por toda la cartera de productos", explica Kresten Bjørn Krab-Bjerre.

El alma de Bang & Olufsen

La colaboración es la clave del éxito

"La magia sucede al aunar diseño, acústica y todas las ideas y trabajo invertido en la mecánica, el hardware y el software", afirma Jakob Dyreby.

"Sin duda, la clave de nuestro éxito es nuestra forma de colaborar", explica Kresten Bjørn Krab-Bjerre. "Trabajamos como un equipo, con un entendimiento común de nuestro objetivo. Nos sentamos juntos y compartimos responsabilidades. Si el experto en acústica tiene un problema, los de desarrollo conceptual y mecánica intentan ayudarlo, y viceversa. ¡Nunca hay un departamento que trate de ganar puntos a expensas de los demás! Se trata de crear cosas juntos". "Lo que diferencia a esta empresa es esa filosofía Bang & Olufsen tan especial, esa forma de trabajar juntos", explica Kresten Bjørn Krab-Bjerre, para luego añadir: "Siempre nos esforzamos por mejorar y analizamos cada detalle. Además, como nos planteamos las preguntas desde diferentes perspectivas y usamos diferentes capacidades y talentos para darles respuesta, funcionamos mejor que si cada uno trabajara por separado. De hecho, me atrevería a decir que si quitáramos la marca de todos los productos Bang & Olufsen, la gente aún podría decir cuáles son los nuestros. Los productos reflejan la pasión de las personas que estamos detrás de la marca".

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