Beovision Harmony

«El problema de qué hacer con una pantalla cuando está apagada es algo en lo que llevamos pensando bastante tiempo». Jakob es el director de Mecánica en el Departamento de Imagen de Bang & Olufsen en Struer (Dinamarca), y supervisa el diseño mecánico de los televisores. Aquí describe el largo proceso de diseño conceptual del nuevo Beovision Harmony, un televisor que reúne los estándares de sonido y diseño de Bang & Olufsen con la tecnología de vanguardia en el diseño de pantallas de LG. «A la gente le gusta tener pantallas grandes e inmersivas para disfrutar de las películas, pero cuanto mayores son las pantallas, menos atractivas resultan, ya que la estancia se acaba llenando con un gran rectángulo en negro. Hemos intentado trabajar con diferentes tecnologías, pantallas LCD, entre otros, buscando la manera de resolver este problema».

Graabæk se entusiasmó cuando le llegó el brief del televisor Beovision Harmony. «Me pareció una decisión muy atrevida la de intentar desarrollar este concepto, en el que la idea principal es una transformación total». Atrevida a la par que compleja en términos mecánicos y técnicos, un aspecto que probablemente solo ilusiona a Graabæk y a su equipo. «Cuando alguien dice que algo no es posible, los engranajes de un ingeniero se ponen en marcha», exclama Graabæk.

«A lo largo de los años hemos trabajado en conceptos interesantes con estantes colocados delante, armarios que se deslizan, etc. Hemos invertido la parte trasera y le hemos dado la vuelta —cuenta Graabæk—. Cuando surgió la idea del Beovision Harmony, el factor determinante fue la combinación de lograr esta transformación que nos permite elevar la pantalla y girar los altavoces delanteros para cambiar entre ambos modos con elegancia y dramatismo. De pronto, nos encontramos con un movimiento fluido y precioso».

El auténtico cambio para Graabæk y su equipo fue dar forma a un modelo funcional del Beovision Harmony preparado para su fabricación. «¿Cómo se supone que se hace eso? —bromea Graabæk—. Al principio nos encontramos con varios problemas en términos de estabilidad, precisión y sincronización del movimiento de los altavoces y la pantalla. El reto consistió en asegurarnos de que los altavoces delanteros estuviesen siempre alineados».

De todos modos, el concepto principal era excelente y eso es lo que le importa a Graabæk. Trabajó con su equipo mano a mano con el diseñador Torsten Valeur, que lleva años trabajando con Bang & Olufsen, para lograr esa transformación dramática e impecable que define al Beovision Harmony. «Sabíamos que este movimiento sería difícil porque buscábamos un giro total de los altavoces delanteros y queríamos ocultar todo el mecanismo detrás, sin privar al usuario de ver claramente todos los aspectos del producto durante su transformación; pero tenemos una pantalla que sube y baja, eliminando todo tipo de conexión posible».

El equipo necesitaba encontrar una manera de darle un enfoque lógico, simple y resistente a la compleja y llamativa transformación del Beovision Harmony; necesitaban que resultase natural y fácil. Tras muchas ideas, dieron con el sencillo diseño de elevar simplemente la pantalla y dejar que este movimiento girase los altavoces; con un simple brazo y una geometría bien cuidada se consigue este movimiento fluido (un mecanismo tan innovador que tiene una patente pendiente). «Podríamos haber desarrollado muchas soluciones más complicadas, pero la idea básica tiene que ser sencilla —afirma Graabæk—. Cuanto más sencillo sea, mejor funcionará».

«Muchísimas empresas se centran principalmente en crear diseños de televisor más estrechos. Pero cuando se reduce tanto el ancho de un televisor, poco espacio queda para que se muevan los drivers», comenta Søren Viinberg, especialista en Tecnología Electroacústica de Bang & Olufsen al hablar de los detalles que diferencian la filosofía de diseño de Bang & Olufsen de la mayoría de los fabricantes de televisiones.

Viinberg ha trabajado en el sonido de varios televisores de Bang & Olufsen e, independientemente de lo radical que sea el diseño —con el atrevido modelo transformador del Beovision Harmony como ejemplo—, lo principal para él es centrarse en el oyente y en la calidad de la experiencia.

A lo que Viinberg se refiere cuando habla de que no queda espacio suficiente para que se “mueva” un driver es que en el afán por reducir cada veza más el tamaño de nuestros dispositivos, se acaba sacrificando la calidad. «La mayoría de los televisores están diseñados, en lo que respecta al sonido, para el diálogo —continúa Viinberg—. Pero mucha gente se queja de lo difícil que es escuchar lo que dicen cuando ven una película. Y cuando analizamos por qué ocurre esto, la respuesta suele ser la falta de drivers de calidad. Vamos, en este caso el sonido no es la prioridad del fabricante, no se le brinda espacio y se pierde en la estancia… Sin embargo, nosotros nos centramos en proyectar el sonido hacia el espectador y el oyente».

El llamativo Beovision Harmony probablemente nunca se pueda perder en una estancia; su concepto escultural y transformación representativa combinan a la perfección lo ponga donde lo ponga, y esta distinguida sensibilidad por los detalles y el espacio también se refleja en el sonido.

Para Viinberg —que desarrolló gran interés por la tecnología del sonido tras tocar la guitarra en varios grupos, tras crear estudios de grabación y como técnico de sonido en conciertos en directo—, gran parte de su trabajo se centra en la calidad audiovisual de la experiencia en su totalidad, en lugar de limitarse a un estándar mínimo de recreación del sonido. «Claro que nos podemos centrar en afinar el sonido para el diálogo de las películas, pero muchas también tienen efectos de sonido y explosiones, y la idea es que resulte impresionante».

El llamativo diseño del televisor Beovision Harmony acumula décadas de investigación, desarrollo y dedicación al sonido y a la escucha. Este conocimiento complementa la manera de usar y configurar los televisores por parte de la gente; el sonido del Beovision Harmony no es solo lo suficientemente potente como para ofrecer una agradable experiencia a la hora de escuchar música, sino que tiene un alcance aún mayor, como lo describe Viinberg: «Hemos desarrollado un procesador surround sound para integrarlo en nuestros televisores, para que sea posible configurar un sistema completo de sonido envolvente…».

«Se trata de una filosofía que te lleva a crear un sistema para las personas y que está adaptado a los diversos modos de escucha, los diferentes sonidos y la música de la que quieren disfrutar».