Historias de artesanía

Una gran parte del trabajo de Britta es la comunicación: hablar con los compañeros y las compañeras de los equipos de diseño de Bang & Olufsen para traducir los conceptos en algo físico y materializado. Además de tener esta capacidad tan valiosa, Britta es buenísima a la hora de comunicar ideas complejas a personas no especializadas en la materia (como los miembros del equipo de contenido de Bang & Olufsen): “Para obtener un color, necesitamos la fuente de luz, un objeto y un observador. Estos tres factores afectan al color que observamos”. Pero esta es una descripción extremadamente simplificada de la reflexión y de todo el trabajo que Britta invierte para crear los productos de Bang & Olufsen.

“Mediante el anodizado, creamos esta capa protectora que cubre el aluminio para que la superficie no se arañe ni estropee”, explica Britta. “Se trata de una capa muy fina, como 1/10 del grosor de un pelo. Dentro de la capa se puede añadir color, de modo que queda atrapado dentro de la superficie y no encima”.

Britta nos muestra la zona de anodizado de aluminio construida expresamente en la fábrica de Bang & Olufsen en Struer, una instalación única que no tiene igual en todo el mundo, donde creamos los preciosos acabados únicos de nuestros productos. “Un poco más de rojo o un poco más de verde para conseguir el tono adecuado”, explica mientras analiza los pigmentos que, tras una compleja serie de procesos, darán como resultado el exuberante espectro de acabados exclusivos de nuestros productos. No hay otras empresas similares que insistan en el control total de los acabados de sus productos como Bang & Olufsen.